El martes a la noche hable con ella, y mi corazón encontró paz.
Una breve conversación, sin embargo me tranquilizó como nunca. Necesito verla, pero ya con hablarle me sentí feliz.
No es que todo esté bien de repente, pero me siento muchísimo mejor. Estaba destruida.
La amo tanto, tanto! Sé que cuando la vea (si es que ella accede) voy a estar mucho mejor.
Casi me sentí como en los viejos tiempos, por unos segundos al menos.
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